El rey Juan Carlos de España inicia este miércoles su acostumbrado descanso de verano en la isla de Mallorca, donde ya se encuentran su esposa, la reina doña Sofía, los Príncipes de Asturias y las infantas Leonor y Sofía.
Por la noche, los reyes y los príncipes Felipe y Letizia ofrecerán una cena a las principales autoridades de la Comunidad Autónoma en el Palacio de la Almudaina, como se acostumbra a realizar anualmente. Esto, junto a la recepción que mantendrá el rey con altos cargos políticos, es el principal evento de su agenda.
El accidente sufrido por el Rey durante un viaje privado a Botswana, donde se rompió la cadera derecha, también levantó ampollas en plena crisis económica en España.
La infanta Cristina no viajó a Mallorca, como se pensó en primer momento, y el rey Juan Carlos tampoco se encontrará con su hija mayor, la infanta Elena, que se marchó de Marivent el pasado domingo, donde había pasado unos días con sus hijos.
Los intentos de la reina Sofía por llegar a un entendimiento familiar resultaron, por lo tanto, del todo ineficaces.
Los príncipes tienen previsto reunirse con los reyes en la cena ofrecida por las autoridades baleares y dos días después viajarán hasta Londres para estar presentes en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos el próximo domingo día 12.
Felipe de Borbón y la princesa doña Letizia, junto con sus hijas las infantas Leonor y Sofía, llegaron el pasado fin de semana al Palacio de Marivent y el lunes salieron de excursión en un tren turístico que desde 1912 cubre el trayecto entre Palma y el puerto de Sóller.
El heredero de la Corona y su familia ocuparon un vagón junto al resto de turistas para disfrutar de los paisajes de la sierra de Tramuntana en un recorrido de unos 27 kilómetros que separan la capital balear de Sóller, donde más tarde dieron un paseo por el puerto, contemplando la puesta de sol.
El heredero de la Corona y su familia ocuparon un vagón junto al resto de turistas para disfrutar de los paisajes de la sierra de Tramuntana en un recorrido de unos 27 kilómetros que separan la capital balear de Sóller, donde más tarde dieron un paseo por el puerto, contemplando la puesta de sol.