El esposo de la reina Isabel II de Gran Bretaña, el príncipe Felipe, de 90 años, ha "mejorado de forma considerable" tras permanecer cuatro días en un hospital recuperándose de una infección urinaria, dijo un portavoz del palacio de Buckingham.
El príncipe fue internado el lunes, en medio de las celebraciones nacionales por los 60 años de Isabel en el trono británico. El palacio dijo que el príncipe estaba "animado", pero que probablemente permanecerá en el Hospital King Edward VII, de Londres, por unos días más, continuando el tratamiento de la infección con antibióticos.
El príncipe, quien ha estado al lado de Isabel II durante todo su reinado, fue una ausencia notoria en algunos de los eventos del Jubileo de Diamante, como en la misa realizada en la Catedral de San Pablo.
La reina se mostró un poco apagada sin el que ha sido su marido durante los últimos 64 años, pese al cercano apoyo de su hijo y heredero Carlos, la esposa de éste Camila, el príncipe Guillermo y su esposa Catalina y elpríncipe Enrique.
La salud del príncipe Felipe se ha convertido en una causa de preocupación para la familia real. Antes de su hospitalización, el consorte más longevo de la historia de la monarquía británica acompañó a la soberana en los dos primeros días de festejos, incluido el domingo en la procesión fluvial organizada en el Támesis que le obligó a permanecer de pie durante casi cuatro horas en la barcaza real, protegido de la lluvia por un baldaquín pero con un clima casi invernal.
El príncipe Felipe, que a pesar de su edad sigue gozando de buena salud, ya tuvo que ser hospitalizado brevemente el pasado 23 de diciembre por dolores en el pecho cuando la familia estaba reunida para las fiestas navideñas en Sandringham (este de Inglaterra) y operado de una obstrucción arterial, pero en sus últimas apariciones públicas parecía estar plenamente recuperado.
El príncipe quería celebrar su cumpleaños en familia. El sábado la reina celebrará oficialmente su cumpleaños 86 con el tradicional desfile "Troping the Colour", al que probablemente no asistirá su esposo. El próximo martes, el príncipe consorte quiere retomar sus compromiso con la fiesta al aire libre para celebrar el aniversario de diamante de la reina en el trono.
La salud del príncipe Felipe se ha convertido en una causa de preocupación para la familia real. Antes de su hospitalización, el consorte más longevo de la historia de la monarquía británica acompañó a la soberana en los dos primeros días de festejos, incluido el domingo en la procesión fluvial organizada en el Támesis que le obligó a permanecer de pie durante casi cuatro horas en la barcaza real, protegido de la lluvia por un baldaquín pero con un clima casi invernal.
El príncipe Felipe, que a pesar de su edad sigue gozando de buena salud, ya tuvo que ser hospitalizado brevemente el pasado 23 de diciembre por dolores en el pecho cuando la familia estaba reunida para las fiestas navideñas en Sandringham (este de Inglaterra) y operado de una obstrucción arterial, pero en sus últimas apariciones públicas parecía estar plenamente recuperado.
