1 de junio de 2012

Isabel II, buena madre y buena reina, según sus allegados


La celebración de los 60 años de reinado de Isabel II ha dado lugar a una ofensiva mediática impresionante del palacio de Buckingham, destinada a esbozar el retrato de una reina dedicada a su pueblo y a su familia, a la vez jefa de Estado y madre cariñosa.




La celebración de los 60 años de reinado de Isabel II ha dado lugar a una ofensiva mediática impresionante del palacio de Buckingham, destinada a esbozar el retrato de una reina dedicada a su pueblo y a su familia, a la vez jefa de Estado y madre cariñosa.

El príncipe Carlos, su primogénito, fue el que dio la última pincelada el viernes a esta imagen edificante, en un programa especial de la BBC dedicado a la que llama "mamá", visiblemente destinado a demoler la reputación de frialdad de la reina hacia sus hijos.

Apreciada por sus súbditos por la manera como asumió sus deberes sin falla desde hace 60 años, Isabel siempre reprimió cualquier demostración pública, manteniéndose en toda ocasión dueña de sí misma.

Hasta el punto que adoptó una actitud considerada distante durante la muerte de Diana, incomprensible para numerosos súbditos y medios de comunicación que la criticaron.

Levantando una capa del velo sobre la vida privada de la muy secreta soberana, el documental de la BBC muestra al príncipa Carlos desenterrando una maleta con viejas películas de la familia, que revelan una faceta completamente distinta de su madre.

Se puede ver a Isabel, joven madre sonriente, haciendo cosquillas a su hijo de un año en el sofá, o estirada algunos años después sobre la hierba, en pleno verano, con Carlos y su hermana Ana.

Otro de estos momentos íntimos, extraídos del programa de la BBC, apareció este viernes en todos los diarios: Carlos, de niño, y su hermana sonrientes en una playa, enterrados en la arena hasta el cuello, bajo la "vigilancia" de uno de los corgis de la reina.

"Joven al comienzo de su reinado o abuela hoy, mamá siempre ha estado muy orgullosa de su familia", aseguró el príncipe Carlos, que multiplica las anécdotas, contando cómo su madre ensayaba para la coronación, paseando la corona a todas horas por el palacio.

"Recuerdo a mamá apareciendo en el cuarto de baño cuando nos estábamos bañando con la corona en la cabeza. Era muy divertido", recuerda.

Carlos no es el único que ha relatado méritos de Isabel II.

"Creo que ninguno de nosotros piensa que no se comportó con nosotros exactamente como cualquier otra madre", aseguró su hermana, la princesa Ana, en otra entrevista.

Uno de los ocho nietos de la reina, el príncipe Enrique, también rindió homenaje a una abuela "realmente normal, muy relajada" con sus nietos, que "se interesa enormemente por lo que hacemos, tanto sus hijos como sus nietos".

Este coro de elogios se extendió más allá de la familia real. En un vídeo rodado con motivo del Jubileo, el arzobispo de Canterbury Rowan Williams celebró "el gran sentido del humor" de la soberana.

"Encontré en la reina a alguien que puede ser amistosa, que puede ser informal y que puede ser muy divertida en privado", afirmó.

En cuanto al primer ministro David Cameron, saludó el "sentido común" tan precioso de la reina, describiendo sus audiencias semanales con la soberana como un momento "decisivo" en su semana.

Un "ataque de devoción" que incluso el Times, diario sin embargo conservador, no pudo resistir a la tentación de burlarse: "es usted el primer ministro, por el amor de Dios. No tiene necesidad de rebajarse", dijo en una tribuna una de sus editorialistas, dirigiéndose al jefe de gobierno.

"La razón por la cual es tan común decir que la reina hace bien su trabajo es porque no tiene realmente un trabajo, al menos que cuente como tal mirar a bailarines maoríes con una sonrisa fijada en los labios".

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