10 de junio de 2012

Felipe de Inglaterra, "la roca" de la reina Isabel II, salió del hospital y cumple 91 años

La hospitalización, el pasado lunes, le había impedido participar de varias de las ceremonias por el jubileo de diamante de la monarca británica.








El príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II, salió el sábado de un hospital donde recibió durante cinco días un tratamiento por una infección urinaria, a tiempo para celebrar el domingo en su casa su cumpleaños número 91.

La hospitalización, el pasado lunes, le había impedido participar de varias de las ceremonias por el jubileo de diamante de la monarca británica.

El príncipe consorte, sonriente, salió caminando a pasos lentos del hospital Eduardo VII de Londres, y respondió con un gesto afirmativo a la consulta de los periodistas, que querían saber si se sentía mejor.

Vestido con un traje color crema y una corbata rosada, Felipe saludó personalmente a los integrantes del equipo médico y a los enfermeros que lo trataron desde el pasado lunes. Seguidamente, se retiró en un automóvil escoltado por la policía.

El Duque de Edimburgo (su título oficial) "sigue restableciéndose y seguirá la convalescencia en su residencia, en privado", dijo un portavoz del palacio de Buckingham.

El vocero sin embargo no especificó si el príncipe consorte se instalaría en Buckingham o en el palacio de Windsor, en las afueras de Londres y residencia habitual de los reyes británicos.

No obstante, su participación en la cargada agenda oficial de la semana que viene sigue sin estar confirmada. El martes, por ejemplo, Felipe e Isabel debían participar de un fiesta en los jardines de la residencia real de Sandringham, en Norfolk, en el Este de Inglaterra.

La agenda del miércoles, además, incluía tres actividades en la región de Nottingham, en el centro de Inglaterra, y otras tres estaban previstas para el jueves en Londres, sin mencionar una cena en Buckingham el viernes.

Dueño de una legendaria energía y un notable sentido del deber, Felipe -quien tiene el récord de longevidad de un príncipe consorte británico- comienza sin embargo a dar señales de fragilidad.

En diciembre pasado ya había causado aprensión en la familia real al ser hospitalizado de urgencia por una arteria coronaria obstruida. Una intervención quirúrgica le impidió pasar las fiestas de fin de año junto con su familia.

Felipe se recuperó rápidamente y desde el inicio del año acompañó constantemente a su esposa en sus giras por todo el Reino Unido por la ocasión de las fiestas y ceremonias por los 60 años de reinado.

La semana pasada, participó del festival hípico de Epsom y posteriormente estuvo junto a Isabel en el enorme desfile de barcos por el río Támesis, donde pasó más de cuatro horas en el frío y bajo la llovizna.

Vestido con su uniforme de Lord Gran Almirante de la Marina británica, Felipe parecía firme como un soldado junto a la reina, que tiene 86 años de edad. Según los médicos, esa jornada le costó al príncipe la hospitalización del lunes.

La ausencia del príncipe fue la única sombra en las festividades por el jubileo de diamantes de Isabel, que duraron del 2 al 5 de junio en medio a enormes fiestas populares.

El príncipe Felipe es la "roca" de la reina Isabel II y su ausencia durante las celebraciones del Jubileo en Londres por razones de salud "debieron ser toda una prueba" para la soberana, según dijo hoy la princesa Eugenia, nieta de ambos.

Eugenia, hija menor del príncipe Andrés y Sarah Ferguson, se refirió a sus abuelos en unas declaraciones a la prensa horas antes de participar en un recorrido en bicicleta por la capital británica con fines benéficos.

Preguntada por los periodistas, Eugenia describió los recientes festejos por el Jubileo de diamantes de Isabel II, que celebra sus 60 años en el trono, como "una experiencia increíble" y expresó su gratitud por las muestras de afecto que recibió su abuela.

"Me quedé sorprendida de la cantidad de amor, apoyo y gratitud que todo el mundo tiene para mi abuelita", declaró la joven de 22 años.

En su opinión, la ausencia en algunas de las celebraciones del duque de Edimburgo -que hoy salió del hospital en el que ingresó el lunes por una infección de vejiga- debió de ser "un desafío" para la reina, quien, según dijo la princesa, se apoya mucho en él.

"Son una pareja que se apoya mucho. El abuelo desafortunadamente se puso enfermo y seguramente que, para la abuela, salir y hacer todo eso sola, probablemente fue toda una prueba, ya que él realmente es su roca, y ella la de él", explicó.



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